HowEd IBajaron anclas alrededor del mediodía.
Pronto, botes cargados de piratas deseosos por jarras de ron y placeres pasajeros descendieron a las calmadas aguas, despidiéndose entre carcajadas y desafinaciones de su capitán, aquel que les seguía con su catalejo hasta que no eran más que insignificantes puntos que se confundían con las costas de Nowhere. A su lado, un tritón sonreía con malicioso orgullo.
8502